miércoles, 24 de noviembre de 2010

Una ladina hoja de papel...


En este cuaderno vuelvo imágenes, sentimientos, sensaciones, olores, gustos. También expreso disgustos, malestar, disconformidad, desdicha. ¡Qué valioso resultan un par de hojas en blanco para ciertos momentos de descarga emocional! A veces pueden volverse tus mejores aliadas, pero CUIDADO: otras, pueden transformarse en tus peores enemigas. Te recomiendo que aproveches los momentos en los que el papel y la cabeza aparentan cierta alineación. Digo aparentan porque nunca esta relación es absoluta. Desconfiá del papel! Puede traicionarte sin previo aviso.

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